Se estima que en El Salvador vivimos alrededor de seis millones de personas, en un territorio que apenas sobrepasa los 20,000 kilómetros cuadrados.
Mi país es 15,000 kilómetros cuadrados más pequeño que Taiwán (donde residen 22 millones de personas).
Como muchos otros países ubicados en la zona del Cinturón de Fuego, El Salvador tiene una simicidad alta. Sin embargo, la población, hasta cierto punto, ha logrado convivir con los desastres.
Creo que es válido decir que el humano logra adpatarse a condiciones adversas.
Podría enumerar muchas pero existen casos emblemáticos Tokio (Japón) y Los Ángeles (Estados Unidos) están en algunas de las zonas de mayor sismicidad del planeta. Otro caso es la Florida (Estados Unidos) y de islas del Caribe donde hay una fuerte influencia de huracanes.
En cuanto a la Economía, esta se sustenta en la producción agrícola y como muchos otros países latinoamericanos tiene grandes retos para dejar el subdesarrollo y la pobreza que afecta a miles de compatriotas que sobreviven con menos de un dólar por día.